domingo, 25 de maio de 2008

Rubén Dario 2007



Llega un tableteo de fusilada. El grupo se mueve en confusa y medrosa alerta. Descuella el grito ronco de la mujer, que al ruido de las descargas aprieta a su niño muerto en los brazos.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Negros fusiles, matadme también con vuestros plomos!
MAX: Esa voz me traspasa.
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Que tan fría, boca de nardo!
MAX: ¡Jamás oí voz con esa cólera trágica!
DON LATINO: Hay mucho de teatro.
MAX: ¡Imbécil!

El farol, el chuzo, la caperuza del sereno, bajan con un trote de madreñas por la acera.

EL EMPEÑISTA: ¿Qué ha sido, sereno?
EL SERENO: Un preso que ha intentado fugarse.
MAX: Latino, ya no puedo gritar... ¡Me muero de rabia!... Estoy mascando ortigas. Ese muerto sabía su fin... No le asustaba, pero temía el tormento... La Leyenda Negra, en estos días menguados, es la Historia de España. Nuestra vida es un círculo dantesco. Rabia y vergüenza. Me muero de hambre, satisfecho de no haber llevado una triste velilla en la trágica mojiganga. ¿Has oído los comentarios de esa gente, viejo canalla? Tú eres como ellos. Peor que ellos, porque no tienes una peseta y propagas la mala literatura, por entregas. Latino, vil corredor de aventuras insulsas, llévame al Viaducto. Te invito a regenerarte con un vuelo.
DON LATINO: ¡Max, no te pongas estupendo!

Ramón María del Valle-Inclán - Luces de Bohemia

Sem comentários: